
¿Están tus datos financieros a salvo?
By Redacción, Post
Que nos roben información siempre es peligroso, pero el desastre puede ser aún mayor si los datos violados son los financieros. Veamos unos consejos para aumentar la ciberseguridad de nuestra empresa.
La de la compañía Equifax sigue siendo, a día de hoy, la brecha de seguridad más importante y que afecta a la información económica. Pero si consultamos la lista de los 10 incidentes más graves, comprobaremos la cantidad de dinero que mueven estos fallos.
Con la entrada en vigor de GDPR/RG y la regulación de proyección de datos de la Unión Europea, las empresas están obligadas a informar de cualquier robo de información que afecte a la información de sus clientes. Y la información financiera es una de las que más beneficios puede reportar a los amigos de lo ajeno.
Por eso, y aún siendo conscientes de que la seguridad al 100% no existe, sí que debemos tomar una serie de medidas y precauciones para que nuestra información financiera esté siempre a buen resguardo. Algunos consejos son:
- Que las soluciones y productos de seguridad que tengamos en la empresa no solo cumplan con estos requisitos legales, sino que incluso sean más precavidos y, sobre todo, que estén al corriente de las últimas amenazas que aparecen.
- Tan importante es la seguridad interna como la externa, de terceros, especialmente aquellos que puedan tener acceso a información o recursos confidenciales.
- Limitar el acceso a información y bases de datos especialmente sensibles solo a aquellos usuarios autorizados que necesitan utilizar esta información.
- La seguridad de los sistemas y aplicaciones que conectan las empresas con otras organizaciones no debe darse por sentado.
- Reemplazar medidas de seguridad predeterminadas con protecciones más robustas, incluidas contraseñas seguras y autenticación multifactor, cuando corresponda.
- Formar al empleado y/o usuario en medidas de protección y seguridad sigue siendo clave para evitar que hagan clic en enlaces sospechosos o abran correos electrónicos de remitentes desconocidos.
- Emplear solo páginas web seguras (identificables con https) y, preferentemente, conocidas a la hora de hacer cualquier tipo de transacción económica
- Utilizar una solución de seguridad dedicada contra el malware financiero. La mayoría de los antivirus incorporan ya este tipo de herramientas, diseñadas para proteger los equipos contra el malware financiero y los intentos de phishing.
- Hacer un backup de toda la información. Podemos aprovechar los periodos de inactividad para hacer estas copias de seguridad. Ello nos permitirá recuperar la mayor parte de la información posible en caso de incidente.