
Y tú, ¿tienes todos los sistemas actualizados?
By Redacción, Post
Para muchos trabajadores nada hace peor el empezar la jornada que enfrentarse a una actualización del sistema operativo del ordenador de la oficina, que lo retrasa todo y les hace "perder el tiempo".
Cualquiera que se haya pasado por una oficina en el momento que uno de sus trabajadores enciende su ordenador y se enfrenta a una inesperada actualización del sistema operativo se habrá encontrado con una situación similar. Poco importa que el trabajador esté enciendo su ordenador a primera hora de la mañana o que lo haga después de haber dejado que se desconectase en medio de una larga reunión. Lo único seguro será que habrá caras largas, quejas y comentarios sobre lo molesto que resulta tener que esperar a que el sistema arranque nuevamente.
Y, ciertamente, todas las actualizaciones son una molestia para los empleados que tienen que esperar a que sus dispositivos vuelvan a estar operativos, pero también son una cuestión clave para la infraestructura tecnológica de la compañía. Las actualizaciones de los sistemas –desde el ordenador que el trabajador espera pacientemente en la oficina a que se reinicie a aquellos más sofisticados que tienen que manejar directamente desde el equipo de TI– garantizan que se está operando con la versión más actualizada posible.
También –y quizás en ocasiones esto resulta hasta más importante– asegura que el equipo esté en la mejor posición posible para enfrentarse a las amenazas de seguridad. Las actualizaciones de sistemas mejoran las capacidades, pero también hacen que sean más robustos ante los cibercriminales, lo que resulta un punto crucial.
Demasiado expuestos a los problemas de seguridad
Como alertan desde la Oficina de Seguridad del Internauta, un organismo del Instituto Nacional de Ciberseguridad, no mantener al día los equipos los expone a "a todo tipo de riesgos". Hace que sean mucho más susceptibles ante campañas cibercriminales de todo tipo y además aumenta las probabilidades de que nuestra información personal esté expuesta.
Esto resulta muy problemático para los usuarios 'domésticos', que se arriesgan a ver sus equipos comprometidos o a ser víctimas de ciberdelitos, pero lo es todavía mucho más para las compañías. Al fin y al cabo, la información que generan las empresas es todavía más sensible, porque en no pocas ocasiones los datos en peligro no se limitan a los propios y tienen un eco que afecta a terceros.
Por supuesto, las actualizaciones no deben limitarse únicamente al sistema operativo de ordenadores o dispositivos móviles o a las de aquellos sistemas más complejos, sino que tienen que incluir también a aplicaciones, herramientas de software o copias de seguridad. En este punto es donde es más habitual que las empresas fallen.
Una estadística de hace unos años de Forrester apuntaba, por poner un ejemplo concreto, que entre el 15 y el 55% de las empresas que empleaban CMS llevaban un año de retraso en sus actualizaciones. Sus versiones estaban, por tanto, un año desfasadas.
Por todo ello es más importante que nunca preguntarse si tenemos todos los sistemas en nuestra empresa actualizados.
¿Quieres saber cómo capacitar a tus empleados en materia de ciberseguridad? ¿Necesitas un plan de actuación ante ciberataques? Más información en este enlace.